martes, 18 de octubre de 2011

MIRABEL


Instrucciones: Lee el texto y responda las preguntas en un tiempo máximo de 10 minutos, toma el tiempo, no te hagas concesiones. Te sugiero que primero leas las preguntas antes de abordar el texto. Consulta mi blog de cursos del Ceneval. Inscripciones abiertas.
 
MIRABEL
 
Mirabel, mi esposa, era bruja, casi estaba seguro y sólo me faltaban algunas pruebas para proceder a matarla, porque los seres malignos son obra de la mano infernal y no producto de Dios.
Desde el principio me sentí atraído por la belleza de Mirabel, por su fino cuerpo, su piel aduraznada y sus rasgos perfectos; pero -y he aquí lo sobrenatural- también me atraía algo que no alcancé a definir y que luego descubrí en medio del pánico: un embrujo disuelto en las primeras tazas de café que me obsequió después de conocerla en un baile de disfraces, donde justamente ella vestía como vieja hechicera medieval. Mis sospechas aumentaron cuando noté que no iba con la frecuencia necesaria a la iglesia y que no llevaba consigo ninguna imagen religiosa y sí, a cambio, como collar, un amuleto indígena: un ojo de venado. Nos casamos y yo comencé a perder el apetito y consecuentemente a debilitarme. Todos los guisos de Mirabel me parecían horrendos y los rechazaba pensando que estarían elaborados con huesos humanos, carne de serpiente y de sapos, plantas extrañas y polvos secretos. Ella, al percatarse, intentaba obligarme a comerlos. Pero yo estaba preparado: había leído todo respecto a brujas y espíritus, vi películas de terror y supe de actos tortuosos. Además, sabía cómo debe reaccionar un buen cristiano ante un embrujamiento: con la cruz y la espada.
 
En las mañanas, al afeitarme, me revisaba la yugular por si Mirabel era vampiro y aprovechando mi pesado dormir bebía mi sangre. No, las cosas iban por otro rumbo. Una noche descubrí que el sueño agobiante y lleno de tremendas pesadillas se debía a que mi esposa arrojaba en la leche una pastilla blanca. En ese instante decidí poner en juego todo mi valor y mi astucia para eliminar el maleficio que me rodeaba y amenazaba con matarme o con algo peor, vender mi alma al diablo. Fingí beber el asqueroso líquido y utilizando un descuido lo tiré en el baño, luego bostecé, y fui al lecho nupcial donde tantas veces malignos deseos me acometieron y poseí salvajemente a la perversa mujer, sin duda impulsada por hierbas afrodisíacas y pecaminosas. Era el momento indicado: llovía, y fuera del ruido del agua había un silencio sepulcral. Cerca de las doce simulé dormir y, como lo esperaba, mi esposa entró, me movió, dijo tres veces mi nombre; al no obtener respuesta, de un pequeño cofre sacó un libro negro: malvados rezos e invocaciones a Satanás y dejó el cuarto. Al poco rato escuché sus pasos en la cocina y percibí aromas muy extraños. Tratando de ser cauto fui a vigilarla de cerca y desde la puerta espié: un dantesco espectáculo se mostraba impúdicamente: Mirabel, con los ojos enrojecidos, trabajaba sobre un caldero. Maldecía, consultaba el libro negro y con un cucharón agitaba el espeso y oscuro líquido. Ahí la prueba definitiva, más no podía exigirse. Ahora sólo tenía que actuar rápido. A estas alturas del siglo imposible enjuiciarla y quemarla viva en leña verde en la plaza principal: yo tendría que ser el juez y verdugo que salvara a la sociedad de un peligro semejante. Hice acopio de valor, pues confieso que el miedo me petrificaba y mis movimientos parecían darse en cámara lenta, desandé el camino, tomé el revólver y volví a la cocina. Grite, ¡muere en nombre de Dios, mounstruo malvado!, y disparé toda la carga del cilindro. Un horrible chillido fue todo lo que pude escuchar. Luego permanecí inmóvil ante el cadáver de la bruja tal vez esperando algo insólito, pero nada sucedió. Entraron la policía y los vecinos y yo permanecía en la misma posición: ahora rezaba y daba gracias al cielo por permitirme llevar adelante mi obra.
 
Fue después, durante el proceso, que supe la verdad. Mirabel no era bruja. Simplemente quería darme una sorpresa al notar que sus guisos no eran de mi agrado: por las noches practicaba la cocina y las pastillas que disolvía en la leche eran polivitaminas con las que deseaba anular mi debilidad. La vez de su muerte tenía los ojos enrojecidos porque en el caldero había demasiados condimentos y el libro negro resultó ser un modesto recetario.
 
Mi castigo no es la prisión, sino el obsesionante recuerdo de la belleza de Mirabel. Por eso en las noches me oyen gritarle, llamarla, exigir un hechizo que me la regrese. Y luego febrilemente me enfrasco en las posibilidades de encontrarla en el otro mundo si es que ella perdonó mi estupidez y si es que hay otro mundo, porque ahora que mis lecturas son libros científicos, lo dudo.

(Tomado del libro "TODO EL AMOR", de René Avilés)
Reactivos:
1. La idea central del relato es:
a) La belleza de Mirabel.
b) La muerte de Mirabel.
c) El castigo del narrador.
d) Las brujerías de Mirabel.
e) La locura del narrador.
 
2. El cuento está escrito en:
a) Tercera persona.
b) Primera persona.
c) Segunda persona.
d) Singular.
e) Plural
 
3. La introducción del discurso se encuentra en el párrafo:
a) Primero.
b) Último.
c) Tercero.
d) Segundo.
e) Cuarto
 
4. ¿Cómo se llama el esposo de Mirabel?
a) Juan José.
b) Arturo.
c) Oscar.
d) Manuel.
e) No tiene.
 
5. ¿De cuántos tiros fue asesinada Mirabel?
a) De un tiro.
b) De seis balazos.
c) De cuatro tiros.
d) Todos los tiros d ela pistola.
e) De cinco tiros.
 
6. ¿Cómo se llama el autordel cuento?
a) René Avilés Ávila.
b) René Avilés Fabila.
c) René Fabila Avilés
d) René Avilés Fábula
e) René Fabila Fabila.
 
7. El relato anterior es:
a) Cuento.
b) Novela.
c) Fábula.
d) Ensayo.
e) Crónica.
 
8. El texto está escrito en:
a) Verso.
b) Prosa.
c) Diálogo.
d) Monólogo.
e) Prosa y verso.
 
9. El discurso leido es una:
a) Descripción.
b) Narración.
c) Retrato.
d) Leyenda.
e) Fábula.
 
10. El narrador es:
a) Omnisciente.
b) Testigo.
c) Protagonista.
d) Autor.
e) Secundario.
 
Cursos para preparar examen del Ceneval, Ingreso de UNAM, IPN y UAM.
Prof. Jorge Mondragón A.
Móvil 55 39 49 69 21

viernes, 14 de octubre de 2011

PEQUEÑO PRINCIPE

A continuación presento un bello cuento de Juan Carlos Chimal, debes acostumbrarte a leer y a extraer información de manera rápida, vigila tu tiempo.

Lea cuidadosamente y responda las preguntas que se formulan. Sólo una de las respuestas es la correcta.
Tienes 10 minutos para resolver las preguntas, tómate el tiempo y sé muy estricto/ estricta contigo mismo/misma, te sugiero que revises primero los reactivos y que después hagas la lectura.

Pequeño príncipe

(1)
Heme aquí, en un rincón frío y oscuro de esta casona abandonada, entre la esquina que forman las dos tapias que han ido lentamente descarapelándose ante la persistente pátina del tiempo. La ventana por la que antes entraba la claridad del día ahora permanece tapiada con anchos y rollizos tablones de madera que impiden cualquier acceso del sol. Sólo, por entre la leve hendidura que quedó, veo colarse a diario en forma vertical el haz luminoso que rasga el velo de sombras y recorre la superficie del piso, para después irse, dejándolo todo otra vez en penumbras. Cuando llueve, oigo y huelo la lluvia desde aquí adentro. Su siseo milenario tabletea en las baldosas del techo, arrullándome sobre el vaivén de los recuerdos de aquellas tardes lejanas y felices de mi infancia. Entonces es cuando se agrava mi tristeza y todo en mi alrededor se torna taciturno y melancólico.

(2)
Yo quisiera, como antes de que me trajeran aquí, sentir la lluvia resbalar por las vertientes de mis tallos y absorber con mis hojas la energía revitalizante del sol que resplandece vigoroso en los burdos peñascos de los montes. Anteayer, cuando vino Dominga, la mujer de Nicolás, el jardinero, a cambiarme el agua, volví a crecer aún más. Ya es tal la altura que he ganado, que mi follaje de enredadera ha comenzado a enarcarse al sentir el arribo del techo. Antes me tenían sembrado en el jardín junto a dos rosales que floreaban hermosas rosas encendidas, y en donde me asía enredándome en el espiral del tronco bizarro de un ahuehuete que tienta por las noches las estrellas con sus ramas. Después me trasplantaron aquí, a la panza de una regordeta maceta de barro cocido, y entre el tamo blando de la arcilla húmeda que guarda mis huesos, que los años han ido desmenuzando en un montoncito de ceniza que por las noches emana fosforescencia. Sólo queda, del que fui yo un día y enterrado hasta lo hondo de esta olla, el vestigio del cráneo roto y enmohecido donde anidan mis raíces.

(3)
Muy de vez en cuando Dominga viene a platicar conmigo. Aún ella no sabe que le entiendo, pero intuye que las plantas poseemos la gracia de oír y sentir, y es por eso que se ha entregado a la tarea de cuidarme. Al llegar la anuncian los rechinidos de las bisagras oxidadas de la puerta. Y trae consigo siempre dos baldes henchidos de agua que vierte a mi pie. Luego sacude con un plumero la capa de polvo que me cubre, o clava por todas partes del muro alcayatas a las que amarra y entreteje cordones por lo que voy trepando.

(4)
Dominga es la única que me visita y que me da de beber; pues, desde que todos se fueron nadie quiere venir a verme. Y fue en uno de los soliloquios de Dominga que me enteré que Joaquín había quedado baldado y que ahora lo traen en silla de ruedas. ¡Pobre Joaquín!, si no hubiese intentado sujetarme en el momento en que resbalamos de la rama de aquel árbol, hoy estuviese sano, y quizá hubiera llegado a ser muy feliz. Pero ninguno de los dos adivinaba que nuestros fatales destinos llegarían a tomar muy diferentes veredas.

(5)
La última vez que nos vimos fue la mañana en que vino a despedirse de mí. Traía puesto el traje azul marino con el que lo habían llevado a recibir la primera comunión. Por esa fecha yo debería haber cumplido diez años y él doce. Me acuerdo que Joaquín me observaba demasiado compungido, aferrado a sus muletas. Parecía estar pensando en el niño que, por querer aprisonar entre sus manos un graciosos picaflor, se precipitó al vacío rompiéndose la cabeza sobre las afiladas aristas de las piedras.

(6)
Digo que noté muy apesadumbrado a Joaquín porque nos conocíamos muy bien. Su rostro reflejaba la larga y tormentosa aflicción del que ha logrado llenar con las arenas del hastío el llano inconsolable de su alma. Yo sí he llegado a resignarme y hasta le he encontrado el sentido a mi actual existencia. Creo que todo es cuestión de acostumbrarse. Los primeros años sí que fueron difíciles y amargos. Y más aún todavía cuando trataba en vano de esclarecer por qué nunca se dieron cuenta que no me encontraba del todo muerto la noche aquella cuando en secreto me envolvieron en un costal y me sepultaron en la fosa que hoyaron a la cepa del ahuehuete. Yo bien que escuchaba cuánto lloraba mi tía Zenaida al mirarme tendido en el suelo con el cuajarón de sangre arracimado en mi nuca, y cómo después el tío Silvano ordenaba con palabras descompuestas por el dolor, que Nicolás cortara de tajo el pirul del que habíamos caído su hijo y yo.

(7)
Ese fue para mí un lapso de intensa y angustiosa desesperación, pues la agonía de mi cuerpo estaba sostenida en una pequeña inmovilidad latente apreciada tan sólo por mí, porque para todos, el cuerpecito flácido del sobrino huérfano había dejado de existir por seguir el vuelo zigzagueante y multicolor del ave que se remontaba hacia el cielo de las ramas vidriosas y tupidas de un árbol.

(8)
Desde entonces transcurrieron veinte años. Pero aún por las corrientes vertiginosas de la savia de mi memoria circula indeleble el recuerdo de la extraña y hormiguente sensación que sentí al momento que dentro de mi boca, iba germinando lentamente una diminuta semilla que había quedado incrustada debajo de mi lengua: la espiga que después enraizó entre los residuos pastosos de mi cerebro y la misma que fue embrollándose por la paredes de mi calavera hasta ir a brotar, ya en forma de tiernos retoñitos verdes, por los orificios en donde antes habían estado mis ojos. Y fue en el tránsito de un instante a otro, que dejé de ser el yo anterior y pasé a convertirme en el nuevo yo. Todo sucedió como cuando uno se muda de ropa, o como el cambio que padecen los insectos que al inicio de su vida son sólo unos gusanitos arrugados y de pronto dejan de serlo y se tranforman en las hermosas mariposas que pululan y adornan los prados.

(9)
Quizá algún día deba buscar la manera de decírselo a Dominga, de darle a saber que me encuentro en el vientre de esta maceta de barro, que mis hojas necesitan del cálido brillo del sol y del roce fresco de la lluvia. Y que tanta soledad llegará con el tiempo a marchitar mis tallos. Y que uno de mis sueños más preciados ha sido, como el ahuehuete que está plantado en el jardín, poder un día alcanzar las estrellas.

CHIMAL, Juan Carlos (1993). "Pequeño príncipe". El cuento, Revista de imaginación. México, García y Valadés Editores, tomo XXII, año XXVIII, enero-marzo, pp. 90-92

REACTIVOS
1. Dado el contexto del párrafo 4, ¿qué palabra sustituye adecuadamente a "baldado"?
a) Lisiado.
b) Atrofiado.
c) Anquilosado.
d) Imposibilitado.

2. ¿Quién es el narrador del cuento?
a) El ahuehuete.
b) El niño muerto.
c) Joaquín.
d) Dominga.

3. El niño se convirtió en:
a) un árbol.
b) una mariposa.
c) una planta.
d) un picaflor.

4. Ordene cronológicamente los distintos lugares en que ha estado la enredadera desde que es semilla.
1.El ahuehuete.   2. El muro de la casa.   3. La maceta de barro.   4. La calavera.  5. La boca del niño
a) 2, 3, 4, 5, 1
b) 2, 3, 5, 4, 1
c) 5, 3, 4, 1, 2
d) 5, 4, 1, 3, 2

5. Silvano es _______ de Joaquín.
a) tío.
b) primo.
c) padre.
d) hermano.

6. De acuerdo con el tiempo transcurrido entre el momento del accidente y el momento de la narración, ¿qué edad tendría el niño muerto?
a) 30 años.
b) 32 años.
c) 20 años.
d) 10 años.

7. ¿Cuál es la figura retórica de pensamiento que utiliza el autor para construir el texto?
a) Ironía.
b) Paradoja.
c) Comparación.
d) Personificación.

8. Cuando en el texto se afirma que el niño "no se encontraba del todo muerto" cuando lo sepultaron, la idea que se intenta transmitir es que:
a) la vida estaba latente en la semilla que había quedado en su boca.
b) el niño sólo estaba desmayado y podía oír todo lo que pasaba.
c) la savia de la vida corría todavía por sus venas.
d) el niño estaba vivo, pero no se podía mover.

9. Dominga platica con la enredadera porque:
a) sabe que es el niño.
b) intuye que las plantas oyen.
c) no quiere sentirse sola.
d) cree que la planta la entiende.

10. ¿Qué se describe en el párrafo 1 del texto?
a) Un personaje.
b) Un escenario.
c) El pensamiento.
d) El tiempo.

11. ¿Quién es el narrador del cuento?
a) El ahuehuete.
b) El niño muerto.
c) Joaquín.
d) Dominga.

12. ¿Qué se describe en el párrafo 1 del texto?
a) Un personaje.
b) Un escenario.
c) Un pensamiento.
d) El tiempo.

13. El texto anterior es:
a) lírica.
b) drama.
c) narrativa.
d) fábula.

14. El tipo de narrador es:
a) omnisciente.
b) testigo.
c) protagonista.
d) omnipresente.

NOTAS:

1. Visita el blog http://ceneval286.blogspot.com/ , en él encontrarás información de utilidad y resúmenes de las clases. Prepárate de manera adecuada para el examen.
2. El lunes 17 y el martes 18 de octubre iniciaremos curso. Comunícate con nosotros para mayores informes.
3. Con respecto del curso sabatino, aún puedes incorporate este sábado 15 de octubre, llama al 5539496921 para pedir informes, lamentablemente NO respondo mensajes de celular; o preséntate en Euzkaro 174-B Col. Industrial, Del. Gustavo A. Madero.
4. Si te interesan nuestras guías, puedes pedir informes al mismo número o acudir a la dirección arriba mencionada.

"La educación, camino único hacia el desarrollo"
Escuela de Matemáticas
TLAMANTINIME
Prof. Jorge Mondragón

jueves, 13 de octubre de 2011

El costo del progreso. Ejercicio de comprensión de lectura para el examen del Ceneval 286

El costo del progreso

Es común la imagen de la ciencia como una búsqueda pura de conocimiento, aislada en una torre de marfil y ajena a influencias perturbadoras como las que prevalecen en el resto de las actividades humanas.

En realidad, como todo lo humano, la ciencia está ligada a esa compleja red de causas, efectos, intereses, luchas, alianzas, enemistades, poder, dinero, política, emociones, historia, tradición, arte, cultura y demás elementos que conforman la sociedad. Y tampoco está, como no pueden estarlo las sociedades humanas, aislada del resto de la biósfera, sobre la que sus productos muchas veces tienen efectos formidables.

Un triste ejemplo es el derrame petrolero que, debido al accidente ocurrido en una plataforma de perforación submarina, ha contaminado durante muchas semanas las aguas del Golfo de México.

¿Cuál es la causa de este desastre? Podría culparse a la compañía petrolera. Pero podría también argumentarse que el problema se origina con la invención de los motores de combustión interna, que revolucionaron la industria a partir de su aparición, a mediados del siglo XIX (y que coincidió, precisamente, con el inicio de la explotación de petróleo como combustible). La investigación científica –sobre todo la termodinámica– y el desarrollo tecnológico dieron como resultado una máquina tan exitosa que su uso exige la continua extracción de petróleo.

También podría decirse que el derrame es consecuencia de la estructura de la economía mundial, controlada en gran medida por el precio del petróleo, y por los intereses de transnacionales petroleras y otras industrias, como la del automóvil, que en vez de promover la investigación y desarrollo de medios alternos de transporte, como los autos eléctricos, han retrasado –e incluso bloqueado– la posibilidad de sustituir las máquinas que queman petróleo por otras más amigables con el ambiente.

Mientras el petróleo siga siendo “oro negro” –mientras lo necesitemos para impulsar nuestras máquinas de combustión interna–, habrá países y compañías dispuestos a extraerlo a cualquier costo, incluso a 1 500 metros bajo el mar… y a correr los riesgos económicos y ecológicos que esto conlleva.

Para solucionar el problema no basta la ciencia: las tecnologías para usar energías alternas ya existen, aunque quizá no estén totalmente listas para aplicarse en gran escala… problema que podría resolverse con más impulso a la investigación en estos campos. Antes habría que poner de acuerdo intereses económicos, políticos, sociales –la resistencia de la población a cambiar sus hábitos de uso de automóvil, por ejemplo– y de muchos otros tipos.

El progreso tiene un costo: la única manera de reducirlo es entender y manejar adecuadamente las complejas relaciones entre ciencia, tecnología, sociedad y naturaleza.
comentarios: mbonfil@servidor.unam.mx

(Tomado de ¿Cómo ves?: http://www.comoves.unam.mx/archivo/ojomosca/ojomosca_141.html
Revista de divulgación centífica de la UNAM)

1.- La intención comunicativa del texto anterior es;
a) Referencial
b) Apelativa
c) Fática
d) Metalingüística

2.- Según lo dicho por el texto, la ciencia...
a) Es la búsqueda pura del conocimiento.
b) Es la responsable de los daños ambientales
c) Interactúa con factores sociales, económicos, banales, políticos y culturales.
d) Es infalible como aliada de la sociedad.

3.- Según lo dicho en el texto, el problema de la contaminación se debe a...
a) El abuso en el uso de la tecnología y de la ciencia.
b) El inadecuado uso de la ciencia y de la tecnología.
c) La inexistencia de conocimiento y la falta de tecnología adecuada.
d) La importancia económica que se le da al petróleo.

4.- Por lo leido en el texto, el costo del progreso...
a) le cuesta mucho dinero a la sociedad.
b) cuesta mucha tecnología.
c) es necesario pagar cualquier costo
d) pueden reducirlo la sociedad, la ciencia y la tecnología.

martes, 11 de octubre de 2011

CUATROSCIENTOS SETENTA Y CINCO AÑOS DE LA MUERTE DE MOCTEZUMA XOCOYOTZIN

Revisa las preguntas y a continuación lee dos veces y con atención el texto.
Después de hacer lo anterior, procede a responder lo que se te pregunta.
Las lecturas están en formato interactivo, pregunta por ellas.


1519
Según el calendario cristiano, el 25 de enero se inició el año mexica Ce Ácatl, el marcado por la tradición como la fecha del regreso de Quetzalcóatl.

El 22 de abril, la expedicíón de Hernán Cortés desembarcó en San Juan de Ulúa, Veracruz. Allí, los emisarios de Moctezuma le entregaron joyas de oro, objetos de plumas preciosas y los signos calendáricos esculpidos en forma de Sol y de Luna, en oro y plata, respectivamente. Todo esto acrecentó el deseo del capitán español por conquistar tierras ricas.

Cortés decidió aprovechar el descontento de los pueblos sometidos por los mexicas. Así, les propuso alianzas. Tras fundar la Villa Rica de la Vera Cruz, el capitán español se adentró en el territorio, acompañado por cuatroscientos españoles y unos quinientos guerreros totonacas. Al poco tiermpo consiguió el concurso de los tlaxcaltecas.

El 8 de noviembre, en la actual calle de Pino Suárez de la ciudad de México, a un costado del Hospital de Jesús, el Huey Tlatoani descendió de las andas en que lo transportaban y apoyado en dos personas, se adelantó por la calzada para recibir a Hernán Cortés. Éste desmontó de su caballo he intentó abrazar al gran soberano mexica. Los acompañantes de Moctezuma se lo impidieron.

Después de los parlamentos ceremoniales, Cortés echó al cuello de su anfitrión un collar de cuentas de vidrio, Moctezuma correspondió con otro de caracoles colorados y camarones de oro. Los españoles fueron alojados en el palacio de Axayácatl, a un costado del templo Mayor y atendidos como dioses.

El 14 de noviembre, Cortés se enteró de que Cuauhtémoc, señor de Nautla y súbdito de Moctezuma, había matado a varios españoles en Veracruz. Con ese pretexto apresó al Tlatoani y le exigió no sólo presentarlo a Cuauhpopoca, sino también quemarlo, junto a otros principales, en la plaza mayor de la ciudad de México.

Con la ayuda del tlatoani, el capitán español, averiguó cuáles eran y dónde estaban los más preciados recursos de la tierra, y cuáles podían ser los puertos más útiles para los navíos españoles. Moctezuma le ofreció guías de las minas de Zocatula, Tamazulapan, Malinaltepec, Tuxtepec... Además, los dibujantes le hicieron planos de las costas y los ríos.

1520

En abril, Cortés se enteró de que Pánfilo de Narváez (enviado por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez) traía instrucciones de arrestarlo y acusarlo de desobediencia y rebelión. El capitán Hernán decidió combatir al mensajero de Velázquez, dejó a Pedro de Alvarado al frente de México-Tenochtitlan.

Los indígenas pidieron permiso a éste para celebrar la gran fiesta de Huitzilopochtli y Tezcatlipoca, en el mes de tózcatl (equivalente al mayo cristiano). Alvarado accedió, pero al ver a tantas personas reunidas, temió una conspiración y ordenó una gran matanza. En consecuencia los indígenas se rebelaron, y atacaron a los españoles.

Enterado de los sucesos el 24 de junio, mientras combatía en Zempola a Narváez, Cortés regresó a México-Tenochtitlan. Aunque entró a la ciudad, quedó sitiado dentro de ella.

Desesperado por la situación, intentó calmar a los mexicanos y exigió a Moctezuma que saliera a una azotea para tranquilizarlos. El tlatoani lo hizo protegido por los escudos españoles. Al verlo, su pueblo se postró. El tlatoani les dijo que estaba con los españoles por su voluntad. Les pidió que no continuaran la guerra, pues los extranjeros se irían muy pronto. Cuando terminó de hablar se escucharon gritos tales como "bellaco" y "mujer de los españoles".

De acuerdo con la versión española unos principales se le acercaron y le comunicaron que habían nombrado a Cuitláhuac en su lugar; por tanto, él ya no tenía autoridad. Después de esto se desató una lluvia de pedradas, una de las cuales hirió en la sien a Moctezuma. Éste murió a consecuencia de la herida.

Sin embargo, una versión indígena supone que el emperador mexica fue asesinado por lo españoles y que incluso lo sacaron sin vida a la azotea. Otra versión también indígena, sostiene que al ver que ya no tenía ningún poder sobre su gente, los españoles lo asesinaron en su azotea, metiéndole una espada por las partes bajas. Se da el 28 de junio como la fecha oficial de la muerte de Moctezuma.

La tarde del 30 de junio Cortés ordenó a sus tropas salir sigilosamente de la ciudad por la calzada de Tacuba. Pero los mexicas estaban alertas y se dispusieron a combatirlas. Cuarenta jinetes fueron obligados a retroceder hasta el centro de la ciudad. Después de varias horas fueron hechos prisioneros y sacrificados. El resto logró llegar a tierra firme y descansar brevemente en Popotla donde, según la tradición, lloró Cortés su derrota bajo el llamado "Árbol de la Noche Triste"

Fragmento (adaptado), artículo, revista: CONOZCA MÁS., No. 6 (México) 1995, pp., 48-51

1. El regreso de Quetzalcóatl estuvo marcado po:
a) El calendario cristiano.
b) El 25 de enero.
c) El año mexica Ce Ácatl.
d) El 22 de abril de 1519.
e) No se sabe.

2. Le fueron entregados objetos de plumas preciosas, joyas de oro y los signos calendáricos a:
a) Ce Ácatl
b) Quetzalcóatl.
c) Hernán Cortés.
d) Moctezuma.
e) Los emisarios de Moctezuma.

3. ¿En qué lugar, según el autor, Moctezuma recibía a Hernán Cortés?
a) En la actual calle de Pino Suárez.
b) En la esquina del hospital de Jesús.
c) En la calzada de la Viga.
d) En la Villa Rica de la Vera Cruz.
e) En México.

4. ¿Quién mató a varios soldados españoles en Veracruz?
a) Unos hombres.
b) Cortés.
c) Un súbdito de Moctezuma.
d) Unos principales de la Plaza Mayor.
e) Cuauhpopoca.

5. Hernán Cortés averiguó qué eran y dónde estaban:
a) Los puertos más cercanos.
b) Los más preciados recursos de la tierra.
c) Las mejores minas.
d) Las costas y los ríos.
e) Los dibujantes.

6. ¡Qué forma de elocución utilizó el autor?
a) Narración.
b) Descripción.
c) Exposición.
d) Diálogo.
e) Monólogo.

Continúen consultando el blog de resumenes, clases y avisos: http://ceneval286.blogspot.com/

El próximo lunes 17 y martes 18 de octubre del presente año, iniciaremos curso de cara al examen de enero de 2012.
Para informes comunicarse al móvil 04455 39 49 69 21 y a los correos ceneval286@gmail.com, ceneval_sep@hotmail.com,
Euzkaro 174-B Col. Industrial casi esquina con Fundidora de Monterrey
A dos cuadras del metro Deportivo 18 de Marzo.
Tel 57818120 y 55776107
Atención del Prof. Jorge Mondragón.